8/08/2007






Srs. Chilevisión

PRESENTE

Estimados Señores:

Somos pobladores de la Legua Emergencia , miembros de la comunidad Cristiana 'Nuestra Señora de la Paz ', ubicada exactamente en el corazón de la Población a la que ustedes dedicaron el último programa de la serie 'En la Mira '. Mediante esta carta quisiéramos reflejarles las repercusiones que ha Traído para nosotros la emisión del programa 'El ghetto de la muerte' Transmitido el recién pasado lunes 18 de Junio.

En términos de rating el programa ha sido evaluado como un éxito. ¿Y en términos de responsabilidad social qué evaluación van a darle ustedes? ¿Se han preguntado qué repercusiones tiene para los que viven día a día en ese lugar las imágenes, las entrevistas y la edición que han hecho sobre nuestra población? Para nosotros, pobladores de la Legua Emergencia, ha significado en la práctica un endurecimiento en el ya insoportable aislamiento que vivimos dentro de Santiago, como producto de la estigmatización que se ha Instalado en la opinión pública. Los resultados de esta estigmatización, que posiciona en el imaginario de los habitantes de nuestra ciudad que toda persona relacionada con la Legua es un posible drogadicto, traficante o delincuente, son muy concretos y reales: ahora es aún más difícil conseguir empleo y más necesario ocultar domicilio, familia y raíces para obtener un puesto de trabajo.

Ahora hay menos voluntarios que quieran venir a trabajar en los programas sociales y se ha debilitado la red social que es en la práctica la única fuente de esperanza para los vecinos. Ahora es más difícil que algún chofer quiera entrar a nuestra población. La presunción de que todo legüino es narcotraficante o delincuente se confirma como un papel de antecedentes que nos acompaña desde la niñez hasta la muerte.

Ustedes han presentado en una hora y media los antecedentes de violencia acontecidos durante más de tres años en nuestras casas, calles y pasajes. No han mentido, simplemente han editado los datos. Han mostrado escenas espectaculares y nos han presentado al país como un pedazo de Centro América en el corazón de Chile.


Pero no somos otro país, somos tan Chile como Ñuñoa o Vitacura. El nuestro no es un problema de delincuencia, tampoco es el Fracaso de un gobierno de turno. Las balas que ustedes han mostrado son la Huella del fracaso de un proyecto de sociedad. ¿Asumirán la responsabilidad de decir eso a la opinión pública? ¿Asumirán la responsabilidad de tratar 'temas sociales' interpelando al sector privado a crear una agenda prioritaria de empleo para los sectores más expuestos al flagelo de la cesantía que fomenta el narcotráfico entre los más pobres?

¿Asumirán las consecuencias denunciando la hipocresía del consumo de droga que es el mercado que provoca el narcotráfico, la violencia y la miseria de nuestras poblaciones?¿Le dirán al país que no es sólo la Legua , sino muchas poblaciones las que se han ido transformando en ghettos por el clasismo ambiental? ¿Le dirán al país que el origen de la delincuencia es la pobreza y que en ningún país ha llegado la paz antes de la justicia social? ¿Mostrarán a la opinión las vidas dignas y valiosas, los profesionales, los universitarios, los proyectos de emprendimiento de la gran mayoría de los habitantes de nuestras poblaciones estigmatizadas?

Finalmente, ¿qué harán por la niña, participando en el 'Vía Crucis', cuyo rostro descubierto mostraron dando valientemente un testimonio mientras los policías ocultaban el suyo? ¿Qué harán por los niños de la Legua? ¿Qué harán para que no aumente la deserción escolar que los expone a la droga?

Sabemos que ustedes tienen buena voluntad. Por favor sumen a la buena intención la voluntad de ponerse en el lugar de aquellos para quienes la pobreza no es un espectáculo. Pongan los problemas sociales en el corazón del sector privado no como un peligro a la seguridad sino como el síntoma de una sociedad que hay que re construir.

Atentamente,


Comunidad Cristiana Nuestra Señora de la Paz Legua Emergencia
P.Gerardo Ouisse Comunidad Cristiana

Párroco de La Legua. 'Nuestra Señora de la Paz'

gerardouisse@yahoo.es

Una buena señal para Chile

1. Durante las últimas semanas, el conflicto que se ha vivido en CODELCO no ha pasado inadvertido para los chilenos. Por una parte, la ciudadanía conoció las legítimas demandas de los trabajadores subcontratistas, así como los argumentos esgrimidos por la empresa y por los dirigentes sindicales. Pero también fuimos testigos de episodios de violencia que la sociedad en su conjunto repudia: no quisiéramos ver nunca más hechos de fuerza empañando movilizaciones legítimas y entorpeciendo la búsqueda de acuerdos.

2. En el afán de facilitar el acercamiento y el diálogo entre las partes, hemos acogido la intención expresada por los principales actores involucrados en este conflicto, y las puertas de la Iglesia se han abierto para escuchar sus razones y buscar las vías de arreglo. A todos les hemos pedido su mayor generosidad para avanzar hacia el encuentro de posiciones.


3. En el día de hoy, lunes 30 de julio, las autoridades de CODELCO -representadas por dos de sus altos ejecutivos- y los dirigentes nacionales de la Confederación de Trabajadores del Cobre, han construido una propuesta final destinada a poner fin a la huelga, propuesta alcanzada en el marco de sus conversaciones facilitadas por la Iglesia.


4. Corresponderá a las partes proporcionar los detalles de este acuerdo. Si bien no satisface en su totalidad las demandas originales de los trabajadores, sus términos significan un avance, el que se ha logrado gracias a la buena voluntad de ambas partes, actitud que agradecemos y valoramos. Llamamos a los trabajadores a considerar con serenidad y confianza esta propuesta en sus respectivas asambleas, con el fin que ellos y sus familias puedan normalizar inmediatamente sus actividades.


5. Junto con agradecer la confianza depositada en la Iglesia, solicitamos a los trabajadores reiniciar sus actividades laborales a la mayor brevedad, y a las empresas a promover relaciones normales de diálogo con sus trabajadores. A ambas partes, les exhortamos a restablecer las necesarias confianzas para mantener canales de diálogo permanentes que garanticen el cumplimiento de los acuerdos propuestos y la colaboración de todos por el bien de la empresa, sus trabajadores y familias.


6. Los obispos hemos declarado públicamente al país que este conflicto nos ha puesto de frente a desafíos de fondo que debemos abordar como sociedad. Como Iglesia de Jesucristo seguiremos trabajando en lo que afirma el Compendio de la Doctrina Social: “El bienestar económico de un país no se mide exclusivamente por la cantidad de bienes producidos, sino también teniendo en cuenta el modo en que son producidos y el grado de equidad en la distribución de la renta, que debería permitir a todos disponer de lo necesario para el desarrollo y el perfeccionamiento de la propia persona” (Compendio, 303).

7. Que esta compleja situación que hoy -a Dios gracias- se está superando, nos ayude a comprometernos más como país a favor de las causas que buscan relaciones sociales justas para todos.

† Alejandro Goic Karmelic

Obispo de Rancagua

Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile

Rancagua, 30 de julio de 2007

8/07/2007

"Mientras cuente con la confianza de la Presidenta, no renunciaré al ministerio"

Los índices acusadores apuntan en su contra, pese a que fue "el único" que alertó al Gobierno de que el Transantiago no estaba en condiciones de empezar a funcionar en febrero. Cree contar con la confianza de Bachelet y reitera que en las manos de ella está la decisión de nombrar y sacar ministros.


RAQUEL CORREA


A raíz de sus dichos respecto de que la Presidenta conocía el informe del ex presidente del Metro, Blas Tomic, se cruzaron apuestas. La duda era si la segunda autoridad del Gobierno, el que ha oficiado 16 veces de Vicepresidente de la República, caía esta semana, en octubre o en diciembre. Pero él no se aparta del argumento "esa es una facultad presidencial" y asegura no saber nada de cambios de gabinete; que no ha pensado en renunciar, aunque sí lo consideró cuando no fue atendida su discrepancia con el lanzamiento del Transantiago.

-Tenía dos posibilidades: renunciar o hacer todo lo posible para que se mejorara...

Sucesor de Andrés Zaldívar -que batió el récord de brevedad-, Belisario Velasco asumió ahora la Vicepresidencia de la República por 17° vez. La tarea no le ha resultado nada fácil.

De todos los conflictos que ha habido en el período, no vacila en señalar: "El Transantiago es el más grave. Ha afectado a la gente más necesitada. Es un problema que se ha mantenido en el tiempo y que pudo evitarse, como señalara la Presidenta, postergando su puesta en marcha".

-Usted fue contrario a su lanzamiento en febrero, pero ganaron los ministros de Hacienda, Andrés Velasco, y de OO.PP., Eduardo Bitran. Si estaba seguro de que debía postergarse, ¿por qué no renunció, como hizo Blas Tomic a la dirección del Metro?

-Blas Tomic no renunció por esa razón. Lo hizo después, por el préstamo que debía efectuar el Metro a la Administradora Financiera del Transporte (AFT). Yo mantengo mis puntos de vista hasta hoy día. Seguramente los ministros de Hacienda, Obras Públicas y Transportes fueron más convincentes que yo. Había dos posibilidades: una, muy cómoda: renunciar. La otra, ponerse la camiseta y trabajar intensamente en contribuir a resolver el problema.

-Dice que era más cómodo renunciar. ¿No habría sido más digno?

-No renuncié porque pensé que podía prestar un servicio apoyando una iniciativa que era necesaria. Y con el ministro Cortázar se han dado pasos importantes.

-¿Se echó a andar considerando los costos económicos de una nueva postergación?

-En mi opinión, no había costos económicos al postergarlo. Si bien había contratos, el incumplimiento que se avizoraba era de parte del sector privado: de AFT, compuesta por bancos; del soporte tecnológico de Sonda, que es una empresa privada, y de los autobuseros, también privados. El sector privado no estaba listo para partir.

-¿Lo postergaron por el costo político que significaría lanzarlo el próximo año, con elecciones parlamentarias...?

-Creo que esa consideración no se tuvo en cuenta. En todo caso, el ministro político soy yo. Se pretendía evitar problemas a la población, por ende al gobierno y a los santiaguinos. A mi juicio, no era oportuno en ese momento. Incendio en la pradera.

-Usted reconoció que ésta ha sido "la peor chambonada de la Concertación". ¿No cree que, como va la cosa, el costo político será muy alto?

-La gente se indignó con justa razón, y creo que el problema se solucionará en pocos meses.

-Dijo que estaría resuelto el segundo semestre de este año. Ya estamos en agosto...

-Se va por buen camino. La columna vertebral del mejoramiento del Transantiago pasa por la corrección de los contratos que jamás permitirían un funcionamiento adecuado del sistema de transporte.

-Si conocían el informe confidencial enviado por el ex presidente del Metro, ¿cómo se explica que hayan echado a andar el Transantiago?

-El informe del Metro fue dirigido a los ministros del Transantiago, entre los cuales no estaba yo. Básicamente Hacienda, Transportes y OO.PP. Se refería a cómo afectaría al Metro, no al Transantiago en general. Y no decía que había que postergar su partida.

-Explicitaba las fallas del plan.

-Señalaba los problemas que se le iban a producir a los pasajeros en la red del Metro. Toda la base del informe publicado por "El Mercurio"...

-¿Quién lo filtró?

-No lo sé. Y me gustaría saberlo.

-¿No fue usted?

-¡No! Categóricamente, no. No tuve ni tengo ninguna injerencia en eso.

-Se dice que lo habría filtrado para hacer caer a los ministros Velasco y Bitran.

-No tengo ninguna relación con la filtración de ese documento. Y ese informe estaba siendo entregado en ese mismo momento a la comisión investigadora de la Cámara. ¿Quién lo filtró? Prefiero no hacer adivinanzas, pero, tal vez, alguien que quiso incendiar la pradera. Y se ha incendiado en parte. Pero no sé quién es responsable de eso que encuentro ¡muy feo!

-Y no informaron a los presidentes de los partidos de la Concertación.

-Hay muchos informes que llegan y no se tratan con los presidentes de los partidos.

-¿Una "omisión involuntaria", como dijo Lagos Weber?

-Creo que tiene razón. Ese informe no fue dirigido a ninguno de los miembros del Comité Político de La Moneda, sino a los del Transantiago. Yo recibí una copia después.

-En tenis esto se llama "errores no forzados"...

-Se han cometido errores y también aciertos, forzados y no forzados. Nosotros conocimos el informe después, y en este ministerio se formó una comisión de seguimiento, con todos los ministros del Comité Político, más los ministros y subsecretarios del Transantiago, más Carabineros, Investigaciones y la Intendenta de Santiago. Unas 22 a 24 personas para hacer un análisis profundo del tema de seguridad que me compete a mí. Se podía deducir que habría problemas graves por la presión de la gente en las estaciones. Se hicieron estudios e informes durante la segunda quincena de diciembre y todo enero. Yo hacía un seguimiento periódico. Se tomaron muchas medidas de seguridad que, gracias a la eficiencia de Carabineros, se cumplieron adecuadamente evitando problemas más graves.

-Entre los documentos que conoció, ¿hubo alguno que dijera que el Transantiago estaba en condiciones de partir el 10 de febrero?

-Ninguno, salvo los de organismos del Transantiago que estimaban que estaban en condiciones de partir, lo que, a mi juicio, era un error que el tiempo se encargó de demostrar.

-La gente lo ha pasado pésimo, el Gobierno ha perdido 11% de apoyo en estos meses ¿y nadie paga la cuenta?

-El Transantiago fue una gran chambonada y es un punto de inflexión que ha sido muy difícil. La Presidenta estimó que la responsabilidad mayor era del ministro Espejo y le pidió la renuncia. El documento de la discordia.

-Respecto al informe de Metro, usted entró en contradicciones. Cuando se publicó dijo: "La Presidenta también lo conoció". Y que "fue un informe ampliamente distribuido. No es secreto". Sus palabras se interpretaron como un cargo a la Presidenta.

-¿Por qué?

-Porque si ella conocía el informe, e igual echó a andar el Transantiago...

-A la Presidenta yo le hago una síntesis de los informes. No se los entrego todos. Tengo más de 300 documentos de Carabineros, por ejemplo. El informe del Metro no indicaba la necesidad de postergar el Transantiago. Pero yo era partidario de postergarlo.

-Y al día siguiente de decir que ella conoció el informe, usted se rectificó. Dijo: "Nunca, jamás, la Presidenta tuvo el documento en sus manos".

-No me he rectificado. Si se leen mis declaraciones, se ve que no me he desdicho. Una periodista me preguntó "¿La Presidenta conoció en su minuto el informe?" y le respondí, "en su minuto, lo conoció". No cambio una palabra, no me arrepiento de lo dicho y lo sostengo.

-Pero si la Presidenta lo conoció, ¿por qué dijo que su "intuición" le decía que el Transantiago no estaba listo para partir?

-Lo importante es que la Presidenta asumió públicamente ante el país su responsabilidad y pidió excusas. Es una posición que pocos mandatarios han tenido.

-¿Usted recibió en el verano el informe reservado de Carabineros sobre posibles dificultades del Transantiago que arriesgarían el orden público?

-Yo llamé a Carabineros, le pedí un informe, conversé con Carabineros, incorporé a Carabineros en el Comité de Operación del Transantiago; estuve debidamente informado día a día. Yo le pedí a Carabineros informes, yo cité al general Bernales personalmente. Hasta pedí el número de carabineros que se iba a necesitar cada día.Relación con Bachelet.

-¿Con qué frecuencia conversa con la Presidenta?

-Los domingos en su casa o los lunes en la mañana. Y, por lo menos, dos o tres veces a la semana. Ella viaja bastante por el país y las comunas de Santiago, sola o con los ministros del área.

-Al cambiar a su jefe de gabinete, usted dijo: "cuando no se dan las condiciones para que exista una comunidad entre el ministro y el jefe de gabinete, el ministro tiene que tomar una decisión y yo la tomé". ¿Hay una comunión entre la Presidenta y usted?

-Diría que sí. Si no hubiera comunión, la Presidenta no tiene que dar ninguna explicación para pedirle la renuncia a un ministro. Es decisión privativa de ella.

-Estos días vaticinan un cambio de gabinete. Y usted aparece en primer lugar...

-A diario la Alianza también reclama y me interpela por cuestiones en las cuales no tengo responsabilidad. Mi posición respecto al Transantiago es clara, la señalé incluso en el propio "Mercurio" el día que partió el Transantiago.

-¿Y se le ha vuelto a pasar por la mente renunciar?

-No. Yo espero la decisión de la Presidenta. Mientras cuente con su confianza, voy a seguir.

-¿Cuenta con su confianza todavía?

-Siento que cuento con su confianza.

-Lo que no se entiende es por qué nadie ha "pagado el pato" por el Transantiago. Los ministros Andrés Velasco, Bitran y usted siguen en el gabinete.

-En el comité del Transantiago estaba Espejo, ministro de Transporte. Cuando la Presidenta asumió ante el país la responsabilidad de la posición adoptada, le pidió la renuncia al ministro de Transportes, encargado de la ejecución del proyecto.

-¿Encuentra que Cortázar lo está haciendo mejor que Espejo?

-Creo que Cortázar lo está haciendo muy bien.

-Esa no es mi pregunta, ministro.

-Pero es mi respuesta. La comisión investigadora de la Cámara de Diputados señalará si hay responsabilidades políticas. El único que puede pedir renuncias es la Presidenta de la República. Se están revisando los contratos, se pusieron los clones -buses que van paralelamente al metro-, se hizo que los colegios entraran en distintas horas, se cerraron las puertas cuando las estaciones están muy llenas, se pidió reforzar el número de buses que está bastante abajo de su nivel ideal. Las empresas aún no entregan la tecnología comprometida. Sobre todo faltó y aún falta el control de gestión de flota. ¡No existe! Esa es falla del sector privado.

-La Alianza amenaza con acusación constitucional...

-Habiendo una comisión investigadora y con la facultad presidencial, no lo creo necesario.

-Desde la Alianza le dicen que renuncie por haber omitido el documento de Metro y que dé la cara.

-¡Siempre doy la cara! He actuado muy claro y mi posición es por todos conocida. También los señores Hernán y Carlos Larraín me acusaron esta semana de mentir. Ambos son abogados y saben que la injuria es un delito.

-¿Se querellará?

-No, pero son inconvenientes estas interpelaciones públicas con insultos de esa naturaleza. Están equivocados; el país necesita un vocabulario más razonable entre gobierno y oposición.

-Pero parece que aquí alguien miente. Usted o la Presidenta.

-¿Por qué?

-Porque usted dijo que ella conoció la existencia del informe y ella dijo que nunca estuvo en sus manos, que su "instinto" le decía que no debería partir...

-En lo que yo he dicho esta semana hay absoluta coherencia. El 21 de mayo ella asumió la responsabilidad ante el país. Es para sacarle el sombrero.

-¿Qué sanciones recibirán quienes decidieron que el Transantiago estaba en condiciones de partir, pese a que no tenía los buses ni la tecnología necesaria?

-Cada uno es responsable de la labor que le correspondió desempeñar. La Presidenta fijó la responsabilidad en el ex ministro de Transportes, que apareció como cabeza de esta tarea.

-Los ministros de Hacienda y OO.PP. le dijeron que lo echara a andar y siguen en el gabinete...

-Esas son responsabilidades que está investigando la Cámara. Y la Presidenta hará efectivas las responsabilidades que estime conveniente en el momento en que ella lo determine.

DISCREPANCIAS INTERNAS: "Yo no le hago zancadillas a nadie ni estoy en ningún cambullón"

-¿Por qué el gobierno va de conflicto en conflicto? Los estudiantes, Transantiago, Codelco, Chiledeportes. El rechazo de proyectos del Ejecutivo por parte de senadores de la Concertación: depreciación acelerada, nombramiento de la primera dupla para TVN, nombramiento del Contralor, etc.

-Indudablemente hemos tenido y seguiremos teniendo problemas, como todo gobierno. En éste, lo macro está bien. Está bien la economía, las instituciones funcionan. Se acusa mucho de que hay discrepancias dentro del gobierno...

-¿Y no las hay?

-Hay distintas visiones. En todos los tiempos hay parlamentarios que discrepan de la posición del Gobierno. En la Cámara de Diputados, los llamados "díscolos" jamás han votado en contra proyectos del Ejecutivo. Aprobaron incluso el proyecto de ley del financiamiento del Transantiago. Hay que reconocer que la mayoría de 20 senadores que eligió la Concertación ya no está. Tenemos 18 votos y, según el proyecto, se puede conversar con los otros. Para relacionarnos con la derecha, debemos tener primero ordenada nuestra casa y todas las leyes de quórum calificado que se han sacado, han sido con votos de la derecha. Para la reforma previsional y la de Educación necesitamos los votos de la Alianza y afortunadamente estamos logrando acuerdos.

-En la lista de ministros que saldrían del Gabinete -según los rumores- figura usted, Ricardo Lagos Weber, Eduardo Bitran, Yasna Provoste y Karen Poniachik.

-¿Andrés Velasco no figura?

-No. Al parecer hay muchas zancadillas para botarlo. ¿Usted le hace zancadillas?

-Yo no le hago zancadillas a nadie ni estoy en ningún cambullón. Tanto los nombramientos como las renuncias, los hace la Presidenta de la República. Puede que esté en desacuerdo con algunas posiciones, como lo he estado, y han sido públicas y notorias.

-¿Qué significa para el gobierno una figura como Andrés Velasco? ¿Una garantía para el mundo empresarial?

-Yo creo que la garantía es el conjunto. Andrés Velasco es un buen ministro, tiene su visión muy definida respecto de la economía, y tengo algunas discrepancias con él respecto de algunas definiciones...Yo creo que hay que buscar mayor equidad entre trabajadores y empresarios, lo que se ha visto reflejado en algunos conflictos. Y tenemos una aproximación diferente en distintos problemas relacionados con la economía.

-Usted se define humanista cristiano. ¿A él lo define como un liberal?

-A mí no me corresponde clasificar a nadie.

-Los proyectos de depreciación acelerada y del salario mínimo, ¿pasaron por el Comité Político del gobierno?

-No todos los temas relacionados con la política fiscal han sido puestos en conocimiento previo del Comité Político, lo que ha provocado algunas discrepancias que hemos tratado de solucionar lo mejor posible.


Fuente: elmercurio.com