11/23/2007

DIVORCIO FATAL

Por Juan Pablo Cárdenas

El fracaso del Transantiago deja al descubierto un conjunto de irregularidades en su concepción y puesta en marcha pero, sobretodo, hace patética la insensibilidad social de quienes gobiernan y cogobiernan el país. Después de 8 meses de ejecución, son millones los santiaguinos que padecen a diario la negligencia de los operadores del sistema de movilización colectiva, mientras que del erario público se les trasfieren ingentes recursos para subsidiar su incompetencia. Los usuarios de los buses y el Metro dedican ahora más tiempo para desplazarse a sus distintas actividades y lo hacen de forma más incómoda o insegura que antes, lo cual afecta severamente su salud y, por supuesto, la convivencia familiar y social. Un drama que se compara a la de una gran catástrofe; un acto de estado atentatorio de la dignidad humana que, hasta aquí, deja en la impunidad a quienes diseñaron tal despropósito, negociaron sus lesivos convenios y lo implementaron desoyendo las advertencias de los expertos y el sentido común.


Sólo un ministro de estado fue obligado a renunciar, mientras que un conjunto de políticos, empresarios y funcionarios públicos se recriminan públicamente, dejando también al desnudo todo un mundo de operaciones que faltan a la probidad, la transparencia y revelan los vínculos putrefactos de la clase política con los grupos que realmente mandan

Emborrachados por el goce del poder, dietas y corrupciones y cooptados por la farándula social y televisiva, nuestros representantes en el gobierno y el parlamento no se interesan por salir a las calles, apreciar el drama de los chilenos de a pié y evaluar la rabia social que se acumula y amenaza a consecuencia del Transantiago y otras iniquidades. Por el contrario, en su desparpajo los candidatos presidenciales y los partidos afilan estacas y sacan cuentas groseras a propósito de las futuras contiendas electorales, sin cálculo alguno de que su frivolidad y divorcio con el pueblo, lo que suma es decepción ciudadana, desconfianza en la democracia y verdadero riesgo de que nuevamente surja un caudillo y otro fatal quiebre institucional.

Millones de dólares (el nuevo nombre de nuestra moneda) derrochados en un sistema de trasporte que no prospera, mientras que a los empleados fiscales se les vuelve a negar un aumento decente a sus remuneraciones, sabida cuenta de que este año se ha encarecido el costo de vida y el consumo de productos tan esenciales como el pan, las frutas y las verduras. Cuando tan sólo el precio del gas domiciliario suma un incremento de más de un 25 por ciento en lo corrido de un año.

Ya sea que estemos en tiempo de “vacas flacas o gordas” el país comprueba que el modelo económico vigente no quiere ni resiste que el 40 por ciento de los trabajadores siquiera alcance el “sueldo ético” propuesto por un obispo, así sea que las utilidades el cobre revienten las reservas de nuestra economía. Concluimos, además, que el modelo sacralizado por la Concertación y la Alianza por Chile entiende por prosperidad nacional que los balances de grandes empresas exportadoras y bancarias arrojen buenos dividendos. Mucho más que la suerte del pueblo, lo que importa son los dividendos de las multinacionales que se enseñorean en nuestros yacimientos, en el control de la energía y los servicios básicos, como en el lucrativo negocio financiero. En esto se explica la genuflexa preocupación de nuestro Canciller ante el malrato del Rey y el Presidente del Gobierno Español en la última Cumbre Iberoamericana, agraviados por el Presidente de Venezuela.

Sólo el que todavía vivamos bajo un estado represivo y carente de organización civil explica la paciencia de los humillados por el Transantiago y tantos otras expresiones de nuestro estado de inequidad. Palos, más cárceles y comisiones distractivas para frenar el descontento de los deudores habitacionales, de nuestros pueblos indígenas y de los estudiantes versus alfombras rojas para los empresarios que vienen a especular, depredar y, de nuevo, “hacerse la América”.

Sin embargo, la impavidez social también se explica en la falta de visión, acuerdo y arrojo de los dirigentes progresistas. Realmente más interesados en sentarse a la mesa del pellejo del poder que ganar reconocimiento y autoridad en el seno de un pueblo que merece levantarse e imponer los cambios prometidos y traicionados.Antes que la rabia estalle con rumbo incierto y trágico.

Fuente: columna Radio Universidad de Chile.

11/16/2007

Adolfo Zaldívar: No nos ha faltado ni coherencia y menos lealtad


El líder del llamado sector "colorín" de la DC defendió a los diputados que rechazaron el presupuesto para Transantiago, que ahora cuenta con una cifra simbólica de 1.000 pesos para el 2008.

El senador de la Democracia Cristiana (DC) Adolfo Zaldívar rechazó las acusaciones de incoherencia y deslealtad hechas por el Gobierno contra los diputados de la Concertación que aprobaron sólo 1.000 pesos para el funcionamiento de Transantiago en 2008.

En conversación con El Diario de Cooperativa, Zaldívar salió en defensa de los diputados "colorines" Eduardo Díaz, Carlos Olivares, Jaime Mulet y Alejandra Sepúlveda, además del también DC Gabriel Ascencio y el independiente ex PPD Esteban Valenzuela, quienes rechazaron el proyecto del Gobierno incorporado en la discusión del Presupuesto 2008.

"No nos ha faltado ni coherencia y menos lealtad. Ahora, al contrario, lo que me llega es que lo que han hecho los diputados es lo correcto", sentenció Zaldívar.

El senador recalcó además que es falso que Transantiago corra riesgo de quebrar o de experimentar un alza de tarifas, ya que tiene un presupuesto de 290 millones de dólares, aprobado en junio pasado -pese a su voto en contra-, lo que le permite funcionar sin problemas hasta enero próximo.

Explicó que además el Gobierno, "constitucionalmente puede entregarle todos los recursos que quiera a este servicio", a través de un decreto firmado por la Presidenta de la República y todos sus ministros, por tratarse de un servicio fundamental.

"No hay para qué ir al Parlamento a buscar esta solución y menos era conveniente hacerlo a través de una ley de Presupuesto", sentenció.

"¿Cómo se resuelve esto?, con una ley, no a través de la ley de Presupuestos. Aquí lo que se debió haber hecho es haber mandado un proyecto de ley, haberlo discutido con tiempo, con calma, haber escuchado al ministro (René) Cortázar (sobre) cómo ha manejado los 290 millones de dólares que ya se le otorgaron", señaló el líder "colorín".

"Para eso estoy yo desde ya dispuesto", dijo Zaldívar, quien añadió que "en eso debemos estar todos para buscar una solución a este crimen social que fue el Transantiago".

El parlamentario por Aysén recalcó que cuando el proyecto se discuta en el Senado el presupuesto para Transantiago, él va a "respaldar plenamente la posición de los diputados".

Sobre los dichos de la presidenta de la DC, Soledad Alvear, quien aseveró que la colectividad "no merece" diputados como los que aprobaron mil pesos para Transantiago, Zaldívar dijo que esas palabras fueron un "insulto, pero "esto es tan serio, el problema de la gente es tan grande, (que) prefiero declaraciones como esas dejarlas pasar".

Adolfo Zaldívar pidió además coherencia, ya que a su parecer el voto de los parlamentarios DC con la derecha para rechazar los 145 millones de dólares que pedía el Gobierno no es más criticable que los acuerdos con la Alianza en materias como la agenda antidelincuencia y educación. (Cooperativa.cl)

Fuente: www.cooperativa.cl

11/14/2007

Un merecido recuerdo para Genaro Cerda


Falleció Genaro Cerda, el mensaje de Alejandro González nos dejó una sensación extraña de tristeza y alegría.

Tristeza por su prematura partida y alegría por haber tenido la oportunidad de conocerlo y compartir con él la inclaudicable opción por la recuperación de Democracia en nuestro País.

Mi mente se traslada rápidamente a esos tiempos del Frente Territorial Santiago del PDC, dirigido por el camarada Roberto Astudillo.

Formábamos la dirigencia juvenil de esa época Genaro, la Lula Araya de Renca, Alejandro González de Pudahuel, William Arredondo y Luis Mario Riquelme de Quinta Normal, Eliseo Toro y yo de Conchalí, los camaradas Sáez y Valdebenito de Maipú, la Paty Roa de la sexta, Fernando Rubio de la cuarta, los hermanos Fernández de San Miguel y otros nombres que el tiempo nos hace olvidar.

Recuerdo el Campamento de la JDC de Conchalí en Quinta de Tilcoco (paralelo al oficial) del cual, en mi calidad de Presidente Juvenil de Conchalí me tocó ser Jefe político (de hecho mi hijo mayor con cuatro días de edad asistió a él).

La JDC tenía Dirigentes y militantes para armar dos campamentos de formación en serio donde enseñábamos lo que era el Partido y nuestro aporte en la conquista de la Democracia.

Estos jóvenes, entre los 15 y los 25 años de edad aproximadamente, estábamos insertos en las Parroquias, las universidades, los colegios, las Juntas de Vecinos que podíamos penetrar y cuanta organización nos lo permitía y todos, cual mas cual menos nos jugamos por hacer de Chile "Una Patria para todos".

Han pasado ya casi 25 años.

Falleció Genaro Cerda. Tal vez los historiadores del Partido no lo recuerden, pero los que vivimos esa parte importante de la Historia cuando la Democracia Cristiana se hacía carne y sangre con el sufrimiento de nuestro Pueblo… si lo haremos.

Braulio Contador